Wagner Torturó a Civiles en Antiguas Bases de la ONU en Mali, Según Informe

Un reciente informe ha revelado que el grupo paramilitar ruso Wagner ha secuestrado, detenido y torturado a cientos de civiles durante su presencia en Mali, que se extiende por más de tres años. Este informe, publicado por un consorcio de periodistas, destaca que las torturas ocurrieron en antiguas bases de la ONU y en campamentos militares compartidos con el ejército maliense.

Detalles del Informe

Según la investigación, que incluye entrevistas a víctimas desde un campo de refugiados en Mauritania, los testimonios revelan métodos de tortura brutales, como el uso de waterboarding, golpizas con cables eléctricos y quemaduras con colillas de cigarrillos. Se identificaron al menos seis lugares donde se llevaron a cabo estas detenciones ilegales y torturas entre 2022 y 2024, aunque se estima que el número real podría ser aún mayor [1][2].

Contexto Político en Mali

La junta gobernante de Mali, que llegó al poder tras varios golpes de estado en 2020 y 2021, ha cortado lazos con Francia, su antiguo poder colonial, y ha buscado apoyo político y militar en Rusia. Aunque la junta no ha reconocido oficialmente la presencia de Wagner, ha sido acusada por grupos de derechos humanos y gobiernos occidentales de colaborar con estos mercenarios. La situación se ha vuelto aún más compleja tras la retirada de la misión de paz de la ONU, lo que ha dejado un vacío de poder que ha sido aprovechado por grupos como Wagner.

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Repercusiones Internacionales

El informe también apunta a que durante una operación antiterrorista en la localidad de Moura en 2022, se ejecutaron al menos 500 personas, aunque la junta niega estas acusaciones. Gobiernos occidentales han manifestado que los mercenarios de Wagner jugaron un papel crucial en estos abusos [3][4].

Recientemente, un canal de Telegram afiliado a Wagner anunció su intención de retirar a sus fuerzas de Mali, aunque se espera que muchos de sus combatientes sean absorbidos en el Cuerpo de África, una fuerza paramilitar vinculada al Kremlin [5][6]. Estas dinámicas no solo afectan a Mali, sino que también tienen implicaciones para la estabilidad en toda la región del Sahel, que ya enfrenta desafíos significativos en términos de seguridad y derechos humanos.

Conclusión

El informe sobre las atrocidades cometidas por Wagner en Mali subraya la necesidad urgente de una respuesta internacional coordinada para abordar las violaciones de derechos humanos y la seguridad en la región. La implicación de fuerzas rusas en conflictos africanos plantea preocupaciones sobre la seguridad y el equilibrio geopolítico en Europa y más allá. A medida que Mali continúa enfrentando una crisis humanitaria y política, la comunidad internacional debe estar alerta y tomar medidas efectivas para proteger a los civiles y restaurar el orden en la región.

Fuentes

Información del Autor

El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.