La Universidad de Michigan Cancela Contratos de Vigilancia Encubierta
La Universidad de Michigan ha puesto fin a sus contratos con investigadores encubiertos que supervisaban a grupos de estudiantes pro-palestinos en su campus. Esta decisión se tomó tras la indignación pública generada por un artículo de The Guardian que revelaba que los investigadores habían estado siguiendo y grabando a los estudiantes durante meses [1].

Revelaciones y Reacciones
El presidente de la Universidad de Michigan, Domenico Grasso, comunicó a estudiantes y profesores que la universidad había decidido rescindir todos los contratos con proveedores externos que proporcionaban seguridad de civil en el campus. "Lo que sucedió fue perturbador, inaceptable y poco ético, y no lo toleraremos", afirmó Grasso en un correo electrónico [2].
Los investigadores, quienes trabajaban para City Shield, una empresa de seguridad privada con sede en Detroit, fueron acusados de seguir a estudiantes dentro y fuera del campus, y de tener interacciones conflictivas con ellos. En algunos casos, estos investigadores fueron confrontacionales, insultaron a los estudiantes y llegaron a amenazarlos [3].

Impacto Económico y Ético
La universidad había desembolsado al menos 800,000 dólares entre junio de 2023 y septiembre de 2024 a la empresa matriz de City Shield, Ameri-Shield, como parte de un gasto total de al menos 3 millones de dólares en consultores y seguridad en respuesta a las protestas [4]. Esta medida ha sido vista como una respuesta desproporcionada a las manifestaciones estudiantiles en contra de la guerra de Israel en Gaza.
En Europa, este tipo de acciones por parte de instituciones académicas podría generar un debate sobre el uso de recursos universitarios y el respeto a la libertad de expresión. Las universidades europeas, incluidas las españolas, podrían verse influenciadas por este caso para revisar sus políticas de seguridad y asegurar que se respeten los derechos de los estudiantes [5].

Perspectiva Local
En el contexto español, donde las manifestaciones estudiantiles han sido históricamente un medio de expresión democrática, el caso de la Universidad de Michigan resalta la importancia de mantener un equilibrio entre la seguridad y los derechos de los estudiantes. Las universidades españolas podrían beneficiarse de la transparencia y el diálogo abierto con sus comunidades estudiantiles para evitar situaciones similares [6].
Conclusión
La decisión de la Universidad de Michigan de cancelar sus contratos de vigilancia encubierta subraya la necesidad de una reevaluación de las prácticas de seguridad en los campus universitarios. La respuesta de la comunidad universitaria sugiere que cualquier medida que ponga en peligro la libertad de expresión será fuertemente criticada. Este caso también ofrece una oportunidad para que las universidades en España y Europa reflexionen sobre sus propias políticas de seguridad y el respeto a los derechos estudiantiles [7].
Fuentes
Sobre la autora
Martina Torres es reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.
Fuentes
- University of Michigan drops private security after reports of surveillance
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