Teoría de conspiración infundada sobre Biden y Trump
Recientemente, el expresidente Donald Trump ha vuelto a estar en el centro de la controversia tras compartir una teoría de conspiración sin fundamento que alega que el presidente Joe Biden fue "ejecutado" en 2020 y reemplazado por clones o robots. Este tipo de afirmaciones, que han sido desmentidas repetidamente, generan preocupación en el ámbito político y social, especialmente en un contexto donde la desinformación puede afectar la percepción pública y la confianza en las instituciones.

Contexto del acontecimiento
Trump publicó en su cuenta de Truth Social un enlace a un post original de un usuario anónimo que frecuentemente difunde afirmaciones extravagantes. En este post, se sugería que Biden había sido sustituido por "clones, dobles" y "entidades robóticas sin alma y sin mente" [1]. Esta publicación llegó a los casi 10 millones de seguidores de Trump, quien no añadió ningún contexto ni explicación a la afirmación [2].

Impacto en la política y la sociedad
Este tipo de desinformación no es nuevo en la trayectoria de Trump, quien ha utilizado plataformas sociales para difundir teorías conspirativas a lo largo de los años. Por ejemplo, ha repetido afirmaciones falsas sobre su victoria en las elecciones de 2020, lo que culminó en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 [3]. La tendencia de compartir información sin verificar puede tener consecuencias significativas, tanto en la política estadounidense como en la percepción internacional.
En Europa, el impacto de la desinformación y las teorías de conspiración también ha sido notable. En un momento en que la confianza en los líderes políticos es crucial, la propagación de tales afirmaciones puede erosionar la credibilidad de las instituciones democráticas. Además, en un contexto global, la difusión de teorías conspirativas puede alimentar divisiones sociales y políticas, afectando el clima político en países europeos donde se celebran elecciones cercanas.

Reacciones y declaraciones
Tras la publicación de Trump, la Casa Blanca no ofreció de inmediato una respuesta sobre el motivo de la difusión de esta teoría y si el expresidente realmente cree en su contenido [4]. Biden, por su parte, ha enfrentado un creciente escrutinio sobre su salud y capacidades mentales, especialmente tras el anuncio de su diagnóstico de cáncer de próstata el mes pasado. Su portavoz ha aclarado que Biden nunca había sido diagnosticado con dicha enfermedad antes de esa revelación [5].
Conclusión
La reciente difusión de teorías de conspiración por parte de figuras políticas influyentes como Trump subraya la importancia de la veracidad en la información. La desinformación puede tener efectos perjudiciales en la política y en la sociedad, tanto en los Estados Unidos como en Europa. La necesidad de un discurso político basado en hechos es más crucial que nunca, especialmente en un momento en que la confianza en las instituciones democráticas está en entredicho.
Fuentes
Sobre la autora
El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.
Fuentes
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