Trump busca una cosa de la cumbre de la OTAN. Europa se la va a conceder.
La próxima cumbre de líderes de la OTAN se perfila como un escenario clave para el presidente estadounidense Donald Trump, quien busca consolidar su influencia en el ámbito internacional a través de un aumento significativo del gasto en defensa por parte de los países europeos. Esta reunión, que se llevará a cabo en La Haya, ha sido diseñada para ofrecer a Trump una victoria simbólica, aunque las diferencias en los plazos y las expectativas podrían complicar la situación.

Un aumento drástico en el gasto en defensa
Durante la cumbre, los 32 países que componen la alianza militar transatlántica se comprometerán a aumentar el gasto en defensa hasta un 5% del producto interior bruto (PIB). Este compromiso incluye un 3.5% destinado a gastos militares directos y un 1.5% a esfuerzos de defensa más amplios y menos definidos. Este acuerdo es considerado un momento crucial que podría reequilibrar la seguridad transatlántica y, a su vez, permitir que Trump se presente como un líder victorioso en el escenario mundial [2].
Sin embargo, el cumplimiento de este compromiso no será sencillo. España, que actualmente se encuentra en la parte inferior de la lista en cuanto a gasto en defensa, ha solicitado una exención de esta nueva propuesta. Además, existe un amplio desacuerdo sobre el cronograma para cumplir con este aumento de gasto, lo que podría generar tensiones durante la reunión.

Desafíos y expectativas en la cumbre
Los aliados de la OTAN parecen tener una visión común sobre la importancia de mantener satisfecho a Trump, especialmente dado el contexto de la guerra en Ucrania y el cambio de enfoque de la política exterior estadounidense hacia Asia y el Medio Oriente. La cumbre se ha reducido a un evento de 24 horas, en contraste con el formato habitual de dos días, centrándose casi exclusivamente en el compromiso de gasto que Trump ha exigido previamente [6].
Trump ha expresado su apoyo a que los aliados incrementen su gasto, pero también ha indicado que este objetivo del 5% no debería aplicarse a Estados Unidos. Esto subraya la complejidad de la situación, ya que mientras algunos países están avanzando en sus inversiones en defensa, otros, como España, enfrentan mayores dificultades para cumplir con las expectativas de gasto [4].

Perspectivas para Europa y España
La situación actual presenta un dilema significativo para los países europeos. Por un lado, la necesidad de un mayor gasto en defensa es innegable, especialmente en un entorno geopolítico volátil. Por otro lado, la presión ejercida por Trump puede llevar a decisiones apresuradas que no consideren las realidades económicas de cada nación. Como uno de los miembros con menor gasto en defensa, España tiene la oportunidad de replantear su enfoque ante la presión de la OTAN, lo que podría resultar en un cambio significativo en su política de defensa a largo plazo.
Conclusión
La cumbre de la OTAN representa un momento decisivo para las relaciones transatlánticas y el futuro de la defensa en Europa. Mientras Trump busca consolidar su victoria en el aumento del gasto en defensa, los aliados europeos, incluida España, deberán navegar entre las exigencias del presidente y las realidades económicas y sociales de sus propios países. La forma en que se resuelvan estas tensiones podría tener repercusiones significativas en la seguridad y en la política exterior europea de los próximos años.
Fuentes
- [1] Qui est Massad Boulos, ce libanais conseiller de TRUMP
- [2] Trump wants one thing from the NATO summit. Europe is going to give it ...
- [4] 32 nations but only one man matters - Nato's summit is all about Trump
- [6] Next week's NATO summit will be all about placating Donald Trump
Información del autor
El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.