Pareja china contrabandeó patógeno biológico a EE. UU. para investigación de la Universidad de Michigan, según autoridades
Recientemente, se ha revelado un caso alarmante que involucra a dos ciudadanos chinos, Yunqing Jian y Zunyong Liu, quienes han sido acusados de contrabando de un patógeno biológico a Estados Unidos. Este evento ha levantado preocupaciones no solo en el ámbito de la seguridad nacional, sino también en las comunidades académicas y científicas, especialmente en Europa, donde el intercambio de información y recursos en investigación es fundamental.

Detalles del caso
Según un informe federal, Jian, una estudiante de doctorado en la Universidad de Michigan, y su novio Liu, fueron acusados de conspiración para defraudar al gobierno de EE. UU., contrabando de bienes al país, fraude de visa y hacer declaraciones falsas a los investigadores. Liu fue detenido el 27 de julio en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit mientras intentaba ingresar un patógeno que puede afectar cultivos alimentarios [1].

El patógeno y su impacto
El patógeno en cuestión es el Fusarium graminearum, un hongo que causa la enfermedad conocida como "head blight", la cual puede devastar cultivos como el trigo, la cebada, el maíz y el arroz. Este hongo es considerado un arma de agroterrorismo debido a las pérdidas económicas que genera anualmente, que ascienden a miles de millones de dólares a nivel mundial [2]. Además, los tóxicos producidos por este patógeno pueden causar daños severos a la salud de los seres humanos y el ganado, incluyendo vómitos y defectos reproductivos [3].

La investigación y la respuesta de las autoridades
Las autoridades estadounidenses han expresado su preocupación sobre la intención de los acusados de realizar investigaciones con este patógeno en un laboratorio de la Universidad de Michigan. Este hecho plantea serias interrogantes sobre la seguridad de la investigación científica colaborativa y el control de los materiales biológicos en el ámbito académico, especialmente en un contexto global donde la biotecnología juega un papel cada vez más crucial [4].
Después de ser interrogado, Liu admitió haber contrabandeado el patógeno, alegando que su objetivo era llevar a cabo investigaciones en la universidad donde trabaja Jian. Sin embargo, Jian negó tener conocimiento de las acciones de Liu, lo que ha dificultado aún más la investigación [5].
Conclusión
Este incidente no solo pone de relieve los riesgos asociados con el contrabando de materiales biológicos, sino que también resalta la importancia de un marco regulatorio más estricto en el ámbito de la investigación científica internacional. En Europa, donde las regulaciones sobre la importación de organismos genéticamente modificados y patógenos son rigurosas, este caso podría impulsar un debate sobre la necesidad de reforzar los controles en las colaboraciones académicas transnacionales.
Fuentes
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.