Ocho estados de EE. UU. buscan prohibir los chemtrails, a pesar de que no son reales
Recientemente, se ha observado un fenómeno curioso en la política estadounidense: al menos ocho estados han comenzado a introducir legislación que busca prohibir los llamados "chemtrails". Este término se refiere a la teoría de conspiración que sostiene que las estelas de vapor dejadas por los aviones están intencionadamente contaminadas con sustancias tóxicas, a diferencia de lo que la ciencia acepta, que son simplemente contrails, o estelas de condensación.

El contexto de la legislación
La propuesta más reciente proviene de Louisiana, donde la Cámara de Representantes estatal ha aprobado un proyecto de ley que busca combatir los chemtrails, a pesar de que no existe evidencia científica que respalde su existencia. Este tipo de legislación ha surgido en un contexto donde las teorías de conspiración han cobrado fuerza, especialmente en los últimos años, alimentadas por figuras políticas como Donald Trump.
Los legisladores de estados como Florida y Tennessee también han presentado iniciativas similares, lo que indica una tendencia preocupante hacia la legitimación de teorías infundadas dentro de los espacios legislativos. La propuesta de Louisiana, por ejemplo, ordena a su Departamento de Calidad Ambiental documentar los avistamientos de chemtrails y remitir las quejas a la Guardia Nacional Aérea del estado. A pesar de que no hay sanciones estipuladas, los opositores temen que estas leyes puedan ser utilizadas para forzar a las aerolíneas a reprogramar vuelos y generar litigios contra ellas.

La ciencia detrás de los contrails
La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. sostiene que las estelas de vapor son un resultado natural del vuelo y no representan ningún riesgo para los patrones climáticos. Además, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha desmentido cualquier tipo de modificación climática o experimentos relacionados con chemtrails. Sin embargo, las teorías persisten, alimentadas por creencias erróneas sobre la interferencia gubernamental.

Impacto en el contexto europeo
La situación en EE. UU. podría tener repercusiones en Europa, donde las teorías de conspiración también han encontrado un terreno fértil. En España y otros países europeos, el aumento de la desconfianza hacia las instituciones y la ciencia puede dar lugar a movimientos similares. Esto plantea preocupaciones sobre la desinformación y su capacidad para influir en políticas públicas, especialmente en un contexto donde la cooperación internacional es crucial para abordar problemas como el cambio climático.
Conclusión
La introducción de legislación contra los chemtrails en varios estados de EE. UU. ilustra un fenómeno alarmante en la política contemporánea: la adopción de teorías de conspiración en el ámbito legislativo. A pesar de la falta de evidencia científica, estas iniciativas pueden sentar un precedente peligroso que podría influir en la política pública y la percepción de la ciencia en otras partes del mundo, incluida Europa. Es vital que tanto los ciudadanos como los legisladores se basen en la evidencia científica y promuevan la transparencia para combatir la desinformación.
Fuentes
- [1] Newsweek
- [2] The Guardian
- [3] Iask
- [4] Citizen Watch Report
- [5] CNN
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.