Mientras Trump se centra en su guerra comercial, Brasil y China forjan lazos más estrechos
En un contexto marcado por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países, Brasil y China están fortaleciendo sus relaciones bilaterales. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha alineado su política exterior con la visión de un mundo multipolar que promueve el presidente chino, Xi Jinping. Este artículo examina cómo este acercamiento impacta en los mercados españoles y europeos, así como en la dinámica global.

Un abrazo significativo en Beijing
El reciente encuentro entre Lula y Xi en Beijing destacó la importancia de la cooperación entre Brasil y China. Durante su discurso en el foro China-CELAC, Lula condenó las tarifas impuestas por Estados Unidos y subrayó la necesidad de que América Latina sea un eje en un orden multipolar, donde el Sur Global esté adecuadamente representado. Este mensaje resuena con la estrategia de China de contrarrestar la influencia estadounidense en la región y se suma a la creciente colaboración entre Brasil y China.

El impacto de la guerra comercial de Trump
Desde que Donald Trump asumió la presidencia, su guerra comercial ha tenido repercusiones significativas en el comercio mundial. En particular, Brasil ha visto una expansión en sus lazos comerciales con China, con un comercio que alcanzó un récord de 157,5 mil millones de dólares en 2023. Este crecimiento se ha visto impulsado por el cambio en las dinámicas de suministro, donde más del 70% de las importaciones chinas de soja provienen de Brasil, mientras que las importaciones de productores estadounidenses han disminuido drásticamente [3].

Perspectivas para el futuro de la cooperación Brasil-China
El fortalecimiento de los lazos entre Brasil y China no solo beneficia a ambos países, sino que también tiene implicaciones para Europa y España. A medida que China intenta expandir su influencia en América Latina, los mercados europeos deben estar atentos a cómo estas relaciones pueden alterar las dinámicas comerciales y políticas en la región. La posibilidad de que empresas españolas se vean afectadas por un mayor acceso de Brasil a los mercados chinos es un aspecto a considerar en el futuro cercano.
Conclusión
La relación entre Brasil y China se está consolidando en un momento en que las políticas de Estados Unidos están provocando cambios en los patrones comerciales globales. La postura de Lula en el foro China-CELAC y el crecimiento del comercio bilateral sugieren una nueva era de colaboración que podría tener repercusiones significativas para Europa y España. A medida que Brasil se convierte en un jugador clave en la economía global, será esencial que los mercados europeos se adapten a esta nueva realidad.
Fuentes
Acerca de la autora
El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.