Más de 90 incendios forestales están fuera de control en Canadá
Canadá se enfrenta a una crisis sin precedentes debido a los incendios forestales que arden en varias provincias. En los últimos días, se han reportado más de 90 incendios fuera de control, lo que ha llevado a evacuaciones masivas y a una respuesta militar para ayudar a los afectados. La situación se agrava con pronósticos de condiciones climáticas desfavorables que podrían intensificar los incendios.

Situación actual de los incendios
Según el Centro Interagencial de Incendios Forestales de Canadá, el país está lidiando con un total de 175 incendios activos, de los cuales 95 no han podido ser contenidos. Esta situación ha obligado a más de 21,000 personas a evacuar sus hogares, especialmente en las provincias de Manitoba y Saskatchewan, donde se han declarado estados de emergencia [1].
El Primer Ministro canadiense, Mark Carney, ha anunciado el envío de tropas militares a Manitoba, donde 17,000 personas han sido evacuadas. El Primer Ministro de Manitoba, Wab Kinew, calificó esta situación como "la mayor evacuación en la memoria reciente" de la provincia. Por su parte, el Primer Ministro de Saskatchewan, Scott Moe, destacó que las condiciones son "tan severas" como nunca antes habían enfrentado [2].

Impacto ambiental y en la salud pública
Además de las evacuaciones, los incendios han generado una considerable cantidad de humo tóxico que se está dispersando por el aire. Este fenómeno ha afectado la calidad del aire en regiones de Estados Unidos, como Minnesota y Colorado, donde se ha declarado que la calidad del aire es insalubre para personas y animales sensibles a la contaminación [3].
La situación está generando preocupación no solo en Canadá, sino también en otros países, ya que los incendios en Canadá han demostrado tener efectos transfronterizos. En años anteriores, el humo de los incendios canadienses ha llegado a afectar la calidad del aire en ciudades de Norteamérica, incluyendo Nueva York [4].

Perspectivas a futuro
Con un verano cálido y seco a la vista y sin lluvia pronosticada en el corto plazo, se espera que la situación empeore antes de mejorar. Las autoridades advierten que, dado el estado actual de sequedad y calor en muchas regiones del país, los incendios podrían aumentar en número e intensidad [5].
Conclusión
La crisis de los incendios forestales en Canadá es un recordatorio claro de los desafíos que enfrenta el país en términos de manejo de emergencias y cambio climático. A medida que los incendios continúan fuera de control, es probable que la situación tenga repercusiones no solo en Canadá, sino también en el resto de América del Norte. Las lecciones aprendidas de esta crisis podrían ser cruciales para mejorar las respuestas a futuros desastres naturales.
Fuentes
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.