Introducción
En un reciente ataque coordinado, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha llevado a cabo una operación utilizando drones de visión en primera persona (FPV) que ha impactado a más de 40 bombarderos rusos en varios aeródromos dentro de Rusia. Este ataque, denominado "Red de araña", ha sido descrito como un golpe significativo a la capacidad militar de Moscú para lanzar ataques de misiles de largo alcance sobre las ciudades ucranianas. La operación, que tomó un año y medio en planearse, resalta la evolución de la guerra de drones y sus implicaciones en el escenario geopolítico actual.

Detalles de la operación
Según fuentes del SBU, el ataque tuvo lugar en cuatro bases aéreas rusas, incluyendo la base aérea de Belaya en la región de Irkutsk, a más de 4,000 kilómetros de Ucrania. Otras bases atacadas incluyen:
- Base aérea de Olenya en la región de Murmansk
- Base aérea de Diaghilev en la región de Ryazan
- Base aérea de Ivanovo en la región de Ivanovo
Los drones FPV fueron transportados a Rusia y ocultos bajo los techos de cabañas móviles en camiones. En el momento adecuado, los techos se abrieron de forma remota, permitiendo que los drones atacaran los bombarderos rusos. Las aeronaves afectadas incluyen modelos como el A-50, Tu-95 y Tu-22 M3, aunque la magnitud total de los daños aún no se ha determinado. Videos no confirmados en redes sociales muestran aviones en llamas en una de las bases aéreas atacadas.

Reacciones y consecuencias
Los gobernadores de las regiones afectadas, Igor Kobzev y Andrey Chibis, han confirmado la existencia de ataques de drones en sus territorios, aunque no han proporcionado detalles adicionales. Este tipo de ataques demuestra la creciente capacidad de Ucrania para golpear objetivos estratégicos en el territorio ruso, algo que anteriormente había sido un desafío debido a la distancia y la defensa aérea de Moscú.

Impacto en el conflicto y en los mercados
Este ataque podría tener repercusiones en la dinámica del conflicto entre Ucrania y Rusia, así como en los mercados europeos. La capacidad de Ucrania para llevar a cabo ataques precisos y efectivos puede cambiar la percepción de la vulnerabilidad de las fuerzas rusas. Además, el coste relativamente bajo de los drones FPV, que pueden adquirirse por unos pocos cientos de dólares, contrasta drásticamente con el valor de los bombarderos rusos, que asciende a miles de millones. Esto plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de las operaciones militares rusas a largo plazo.
Conclusión
El ataque del SBU representa un avance significativo en la guerra de drones y marca un nuevo capítulo en el conflicto entre Ucrania y Rusia. A medida que Ucrania continúa desarrollando su capacidad militar, los efectos de tales operaciones podrían influir en la política de defensa en Europa y en la respuesta de los aliados occidentales. La evolución de esta situación debe ser seguida de cerca, ya que podría tener implicaciones duraderas tanto para la seguridad europea como para el equilibrio de poder en la región.
Fuentes
- [1] Kyiv Independent
- [2] Información de gobernadores rusos sobre ataques
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional. Con años de experiencia en el campo del periodismo, se centra en el análisis de conflictos y sus repercusiones en el escenario global.