Los aliados occidentales pagan a Rusia más por energía de lo que le dan a Ucrania en ayuda
Desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero de 2022, la situación económica y geopolítica ha sido objeto de análisis exhaustivo. La investigación revela que, a pesar de las sanciones impuestas, Rusia ha continuado obteniendo ingresos sustanciales de la exportación de combustibles fósiles, lo que dificulta el esfuerzo de Ucrania por resistir la agresión. Este artículo analiza cómo los aliados occidentales, en su intento de apoyar a Ucrania, terminan financiando indirectamente a Rusia.

El impacto económico de las exportaciones rusas de energía
Los datos analizados indican que desde el comienzo de la invasión, Rusia ha generado más de €883 mil millones (aproximadamente $973 mil millones) en ingresos por exportaciones de combustibles fósiles, de los cuales €228 mil millones provienen de países que han impuesto sanciones. Notablemente, la mayor parte de este monto, cerca de €209 mil millones, provino de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) [1].

Dependencia energética de la UE
A pesar de las sanciones, muchos países europeos han continuado importando gas ruso a través de oleoductos. Esto se debe a la necesidad de mantener la estabilidad energética en medio de la crisis. Hasta enero de 2025, Ucrania cortó el tránsito de gas, pero Rusia seguía suministrando gas a varios países europeos, especialmente a través de Turquía, donde el volumen de gas aumentó en un 26.77% en comparación con el año anterior [2].

La ayuda a Ucrania versus los ingresos de Rusia
Un aspecto alarmante es que la cantidad de dinero que los aliados de Ucrania han proporcionado en forma de ayuda es significativamente menor que los ingresos de Rusia por sus exportaciones de energía. Según datos de la BBC, desde el inicio de la invasión, Rusia ha recaudado más de tres veces lo que Ucrania ha recibido en asistencia [3].
Perspectivas de la política energética en Europa
A pesar de las intenciones de los gobiernos europeos de reducir la dependencia del gas ruso, las cifras muestran que las sanciones no han tenido el impacto esperado. En 2024, los ingresos de Rusia de los combustibles fósiles solo cayeron un 5%, mientras que los volúmenes de exportación disminuyeron un 6% [4]. Este escenario pone de manifiesto la complejidad de la situación, donde la búsqueda de soluciones a corto plazo puede contrarrestar los esfuerzos a largo plazo para desincentivar la economía rusa.
Conclusiones y recomendaciones
La continua dependencia de la energía rusa por parte de los países europeos no solo alimenta la guerra en Ucrania, sino que también plantea serias preguntas sobre la efectividad de las sanciones impuestas. Los gobiernos en Europa y América del Norte deben considerar medidas más contundentes para desincentivar la compra de energía a Rusia, mientras se busca diversificar las fuentes de energía para asegurar la estabilidad económica y política a largo plazo [5].
Fuentes
- [1] Centre for Research on Energy and Clean Air (CREA).
- [2] Datos de exportaciones de gas a través de Turquía.
- [3] Análisis de la BBC sobre la asistencia a Ucrania.
- [4] Informes sobre ingresos de Rusia en 2024.
- [5] Estrategias de la UE para reducir la dependencia energética.
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional. Su trabajo se centra en la intersección entre economía y tecnología en el contexto de la política global.