La eliminación de cientos de ganado ilegal en la Amazonía desata protestas y divide a los residentes
La reciente operación para la eliminación de ganado criado ilegalmente en tierras públicas destinadas al uso sostenible de los bosques en la Amazonía brasileña ha generado una ola de protestas y un profundo desacuerdo entre los residentes locales. Mientras algunos luchan por preservar actividades tradicionales como la extracción de caucho y la recolección de nueces de Brasil, otros abogan por la consolidación de la ganadería.

Contexto de la situación
La operación de eliminación comenzó la semana pasada en la Reserva Extractiva Chico Mendes, una de las áreas de conservación más reconocidas del país, nombrada en honor al famoso recolector de caucho y ambientalista asesinado en 1988. Agentes federales, junto con las fuerzas policiales y militares, confiscaron alrededor de 400 cabezas de ganado de dos agricultores que no cumplieron con las órdenes judiciales de desalojo. Se espera que estas redadas continúen en las próximas semanas.
Sin embargo, decenas de residentes de la reserva han protestado contra estas acciones, intentando crear un bloqueo en la ciudad de Xapuri para evitar la remoción del ganado. La primera carga de ganado, que transportaba 20 cabezas, tuvo que tomar una ruta alterna para evitar la confrontación con los manifestantes.

Impacto de la deforestación
La remoción de ganado se realizó en respuesta a un alarmante aumento del 56% en la deforestación durante los primeros cinco meses de 2025 en comparación con el mismo periodo del año anterior. La superficie despejada es casi cinco veces el tamaño de Central Park en Nueva York. La reserva alberga aproximadamente 140,000 cabezas de ganado.
El Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) declaró que “el monitoreo ha identificado que el crimen ambiental proviene principalmente de la ganadería a gran escala, que es ilegal ya que viola las normas de la zona protegida”.

Desafíos y perspectivas
La Reserva Chico Mendes es una de varias reservas extractivas en la Amazonía donde las comunidades forestales pueden llevar a cabo actividades extractivas de bajo impacto, con protecciones contra los desarrolladores de tierras. Las normas limitan la deforestación a la ganadería y agricultura a pequeña escala, y se prohíben las ventas de tierras. A pesar de esto, la reserva es la unidad de conservación federal más deforestada de Brasil.
Los problemas actuales se agravaron durante el mandato del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, que concluyó en 2022, cuando la deforestación se disparó en la reserva. Bolsonaro debilitó la protección ambiental y afirmó que la Amazonía tenía demasiadas áreas protegidas. Como resultado, algunos residentes de la Reserva Chico Mendes comenzaron a vender sus tierras a ganaderos.
Conclusión
La situación en la Reserva Extractiva Chico Mendes es un claro reflejo de las tensiones entre la conservación ambiental y los intereses económicos en la Amazonía. A medida que la deforestación continúa siendo un problema crítico, la necesidad de encontrar un equilibrio entre la protección del medio ambiente y las necesidades económicas de las comunidades locales es más urgente que nunca. Este conflicto también podría tener implicaciones más amplias para los mercados europeos, donde la sostenibilidad y la responsabilidad social son cada vez más valoradas por los consumidores.
Fuentes
- [1] Información sobre la Reserva Chico Mendes y su estado actual.
- [2] Estadísticas sobre la deforestación en la Amazonía brasileña.
- [3] Declaraciones del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio).
Información del autor
El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.