La Tortura en las Prisiones Salvadoreñas: El Caso de Kilmar Ábrego García
Recientemente, nuevos documentos judiciales han revelado las condiciones inhumanas a las que fue sometido Kilmar Ábrego García, un ciudadano estadounidense deportado a El Salvador y detenido en una de las prisiones más infames del país. Las alegaciones de tortura física y psicológica durante su estancia en el Centro de Confinamiento de Terrorismo (Cecot) han puesto de relieve la cruda realidad de los derechos humanos en las cárceles salvadoreñas.
Condiciones de Detención en Cecot
Según los informes presentados por sus abogados en un tribunal federal en Maryland, Ábrego García y otros 20 detenidos fueron obligados a arrodillarse de 9:00 PM a 6:00 AM, lo que generó una situación de agotamiento extremo. Durante este tiempo, se le negó el acceso a un baño, lo que resultó en un sufrimiento adicional. Las condiciones de la celda eran igualmente alarmantes, con una sobrepoblación extrema, falta de ventanas y luces brillantes encendidas las 24 horas del día.
Los prisioneros eran recluidos en camas metálicas sin colchones, lo que pone de manifiesto la falta de atención a necesidades básicas de salud y comodidad. Según los documentos, Ábrego García perdió 14 kilogramos en las primeras dos semanas de detención, lo que indica un grave deterioro de su estado físico.
Reconocimiento de la Inocencia
Un aspecto notable del caso es que, a pesar de ser encarcelado en condiciones deplorables, los funcionarios de la prisión reconocieron que Ábrego García no era miembro de ninguna pandilla. A pesar de esto, las autoridades lo amenazaron con trasladarlo a una celda con miembros de pandillas, lo que podría haber puesto en peligro su vida.
Este reconocimiento contradice las acusaciones realizadas por la administración de Donald Trump, que había vinculado a Ábrego García con pandillas debido a sus tatuajes. Sin embargo, según los funcionarios de la prisión, sus tatuajes no estaban relacionados con actividades delictivas, lo que genera dudas sobre la veracidad de las acusaciones iniciales.
Desenlace Judicial y Consecuencias
Kilmar Ábrego García se encuentra actualmente bajo custodia federal en Nashville, donde enfrenta cargos por tráfico de personas. Sin embargo, sus abogados argumentan que estos cargos son una forma de justificar el error de la administración en su deportación. Recientemente, un juez en Tennessee ordenó su liberación, aunque se espera que sea detenido nuevamente por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) antes de que se resuelva su situación legal.
Conclusión
El caso de Kilmar Ábrego García destaca la urgente necesidad de abordar los problemas de derechos humanos en El Salvador, particularmente en el contexto de las cárceles sobrepobladas y las prácticas de tortura. La situación de Ábrego García es un reflejo de un sistema que, en lugar de proteger a los ciudadanos, perpetúa la violencia y la injusticia. A medida que el mundo toma conciencia de estas violaciones, es crucial que se tomen medidas para garantizar la protección de los derechos de todos los detenidos y la reforma del sistema penitenciario salvadoreño.
Fuentes
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Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.
