Introducción
Recientemente, un informe sobre el uso del conservante thimerosal en vacunas, programado para ser presentado ante el comité externo de vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., ha generado controversia. Este informe cita un estudio que, según el científico mencionado como autor, no existe. Este hecho plantea interrogantes sobre la validez de las afirmaciones en torno a la seguridad de las vacunas, un tema de gran relevancia tanto en Estados Unidos como en Europa.

Cuerpo principal
Detalles del informe y la controversia
El informe titulado Thimerosal as a Vaccine Preservative, que se publicó en el sitio web del CDC, es presentado por Lyn Redwood, exlíder del grupo anti-vacunas Children’s Health Defense. En su presentación, Redwood hace referencia a un estudio llamado Low-level neonatal thimerosal exposure: Long-term consequences in the brain, publicado en 2008 en la revista Neurotoxicology. Sin embargo, Robert Berman, el profesor emérito de UC Davis citado como coautor, ha declarado que no se refiere a un estudio que él haya publicado o realizado.

Reacción de Robert Berman
Berman ha enfatizado que él coescribió un estudio con un título similar en la revista Toxicological Sciences, que llegó a conclusiones diferentes. Aclaró que su trabajo no examinó los efectos del thimerosal en las microglías y que no respalda la interpretación errónea de la investigación presentada por Redwood. Este tipo de malentendidos puede tener repercusiones significativas en la percepción pública sobre la seguridad de las vacunas.

Impacto en la salud pública
La presentación de Redwood se produce en un contexto de creciente controversia, especialmente tras la reciente reestructuración del panel de expertos por parte del secretario de Salud de EE. UU., Robert F. Kennedy Jr., conocido por su postura anti-vacunas. Esta reestructuración ha suscitado críticas incluso de senadores de ambos partidos, quienes han solicitado que la reunión programada para el 25 y 26 de junio sea pospuesta.
Por otro lado, el personal del CDC publicó un informe en su sitio web que contradice las afirmaciones de Redwood, afirmando que no hay evidencia que respalde un vínculo entre las vacunas que contienen thimerosal y el autismo o trastornos neurodesarrollo. Esta discrepancia refleja la polarización en el debate sobre las vacunas, un tema que también tiene eco en Europa, donde el escepticismo sobre la vacunación ha ido en aumento en ciertos sectores de la población.
Conclusión
La situación actual pone de manifiesto la importancia de la comunicación clara y precisa en temas de salud pública. La referencia a un estudio inexistente en un informe oficial no solo socava la credibilidad de los argumentos presentados, sino que también puede tener un efecto perjudicial en la confianza de la población hacia las vacunas. En un momento en que la salud pública global se enfrenta a desafíos como la desinformación, es crucial que se realicen investigaciones basadas en datos verificables y que las recomendaciones se fundamenten en la evidencia científica auténtica.
Fuentes
- Exclusive-US CDC vaccine presentation cites study that does not exist [2]
- CDC vaccine report cites study that does not exist, says scientist [4]
- US government report cited non-existent sources, academics say [8]
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.