Un hombre de Alaska sobrevive tras quedar atrapado boca abajo en un arroyo por una roca de 700 libras
En un sorprendente incidente ocurrido en Alaska, Kell Morris, un hombre de 61 años, logró sobrevivir tras quedar atrapado boca abajo en un arroyo helado por una roca de 700 libras (318 kg) durante tres horas. Este suceso resalta no solo la peligrosidad de las actividades al aire libre en zonas remotas, sino también la importancia de la preparación y la respuesta rápida ante situaciones de emergencia.
Detalles del incidente
Morris estaba de excursión cerca del glaciar Godwin, al sur de Anchorage, cuando un desprendimiento de rocas lo sorprendió. La roca lo aplastó y lo mantuvo inmovilizado en el agua fría, mientras su esposa, Jo Roop, una ex oficial de policía estatal de Alaska, actuó rápidamente para mantener su cabeza por encima del agua, evitando que se ahogara mientras esperaban la llegada de los rescatistas.
Este tipo de accidentes son comunes en áreas montañosas y glaciares, donde los senderos pueden ser traicioneros y las condiciones climáticas extremas. Según el jefe de bomberos de Seward, Clinton Crites, el lugar donde se encontraban Morris y su esposa era un sendero poco desarrollado, lo que complicó las labores de rescate.
La respuesta de emergencia
La situación de Morris se tornó crítica cuando su esposa, tras intentar liberarlo durante 30 minutos, decidió buscar ayuda. Sorprendentemente, solo tuvo que caminar unos 274 metros para conseguir señal y contactar con el servicio de emergencias. Su experiencia en la policía le permitió proporcionar coordenadas GPS precisas a los rescatistas, lo cual fue fundamental para que llegaran al lugar de los hechos.
El rescate
Una vez que los rescatistas llegaron, se necesitaron siete hombres y bolsas de aire inflables para levantar la roca y liberar a Morris. A pesar de la gravedad de la situación, el hombre salió con lesiones menores, lo que él mismo atribuye a su buena fortuna y a la rápida acción de su esposa.
Reflexiones sobre la seguridad en la naturaleza
Este incidente pone de relieve la importancia de la seguridad al practicar senderismo en zonas remotas. Las condiciones del terreno, así como la posibilidad de deslizamientos de rocas, son factores a tener en cuenta para prevenir accidentes. Además, la preparación para emergencias, como llevar un teléfono con señal o estar entrenado en técnicas de rescate, puede ser vital en situaciones críticas.
Conclusión
Kell Morris ha compartido su experiencia, afirmando que se siente “probablemente el hombre más afortunado del mundo” por haber sobrevivido a esta experiencia aterradora. Su historia es un recordatorio de los riesgos que conlleva la aventura al aire libre, así como de la importancia de la preparación y la respuesta rápida en emergencias. Eventos como este son relevantes no solo para los amantes de la naturaleza en Alaska, sino también para cualquier persona que practique actividades al aire libre en España y Europa, donde los accidentes pueden suceder en cualquier momento.
Fuentes
Sobre la autora
El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.
