Introducción
La reciente decisión del gobierno egipcio de incautar el antiguo Monasterio de Santa Catalina en el Sinaí ha generado una profunda consternación en Grecia y entre la comunidad ortodoxa. Este monasterio, considerado el más antiguo del mundo que aún funciona, ha sido objeto de una compleja interacción entre política, religión y derechos humanos. La noticia ha creado un ambiente de incredulidad y miedo por el futuro de esta emblemática institución religiosa.

La decisión de Egipto
El gobierno egipcio ha ordenado el cierre del Monasterio de Santa Catalina, una acción calificada como "sin precedentes e inaceptable". Esta decisión ha desatado la indignación de líderes religiosos y ha sorprendido a las autoridades griegas, a pesar de recientes compromisos diplomáticos de alto nivel entre Grecia y Egipto.

Reacciones de la Iglesia Ortodoxa y el gobierno griego
El Arzobispo Ieronymos de Atenas ha expresado su profunda preocupación, señalando que se trata de "otra caída histórica que Hellenismo y Ortodoxia están viviendo". La reacción del gobierno griego también ha sido contundente, con el Ministerio de Asuntos Exteriores manejando la crisis y reconociendo su importancia crucial en las relaciones bilaterales.

Impacto en la comunidad monástica
Los monjes del monasterio están organizando una campaña global para sensibilizar a otras iglesias cristianas y religiones monoteístas sobre la situación. Creen que esta decisión afecta gravemente sus derechos y la libertad religiosa en un momento que debería ser de paz.
Antecedentes históricos
El Monasterio de Santa Catalina fue fundado hace 15 siglos por el emperador bizantino Justiniano y ha sobrevivido a numerosos acontecimientos históricos. Sin embargo, la reciente decisión de las autoridades egipcias se percibe como una violación directa de la libertad religiosa.
Planes de conversión del monasterio
Según informes, Egipto tiene planes de convertir el monasterio en un museo, lo que implicaría la transferencia de todos sus bienes al estado. Esta medida ha generado preocupación sobre el futuro de la comunidad monástica y su capacidad para mantener su estilo de vida.
Desarrollo judicial y presión política
La decisión de incautar el monasterio parece estar ligada a un fallo judicial reciente que pone fin a una prolongada ofensiva legal del Estado egipcio contra la comunidad monástica. Durante años, se han intensificado los esfuerzos judiciales para despojar al monasterio de sus propiedades, especialmente desde el periodo de influencia de los Hermanos Musulmanes en Egipto.
Apoyo del gobierno griego
El gobierno griego ha apoyado activamente la lucha de los monjes, con el primer ministro Mitsotakis llevando el tema a las más altas esferas diplomáticas. A pesar de los esfuerzos, la situación actual parece haber tomado un giro adverso.
Conclusión
La incautación del Monasterio de Santa Catalina representa un desafío significativo para la comunidad ortodoxa y para las relaciones entre Grecia y Egipto. La medida no solo afecta a la herencia religiosa y cultural de Grecia, sino que también plantea interrogantes sobre la libertad religiosa en la región. A medida que las tensiones aumentan, la comunidad internacional y las autoridades griegas deberán encontrar formas de abordar esta crisis y proteger el patrimonio cultural y religioso del monasterio.
Fuentes
- [1] Greece and Orthodoxy Shocked by Egypt's Decision to Seize the Ancient ...
- [2] Egyptian government to seize sixth-century Orthodox Christian monastery
- [3] Greece and Egypt Defuse Tensions Over Historic Sinai Monastery
- [4] Egypt And Greece Reaffirm Commitment To Preserve Mt. Sinai Monastery Status
- [5] Greece and Egypt Agree To Preserve St. Catherine's Of Sinai Property ...
Sobre la autora
El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.