Introducción
Recientemente se han revelado documentos que muestran que la Comisión de Energía Atómica de Francia (CEA) gastó 90,000 euros en un esfuerzo por contrarrestar investigaciones que evidencian el impacto devastador de las pruebas nucleares realizadas por el país en Polinesia Francesa durante las décadas de 1960 y 1970. Esta revelación ha generado un considerable revuelo y ha llevado a una mayor atención sobre los efectos sociales, económicos y ambientales de estas pruebas, así como sobre la transparencia del gobierno francés en este asunto.

Cuerpo Principal
Contexto de las pruebas nucleares
Francia llevó a cabo casi 200 pruebas nucleares en Polinesia Francesa entre 1966 y 1996, en los atolones de Moruroa y Fangataufa. Estas pruebas han sido objeto de preocupación debido a sus efectos en la salud de la población local. Un libro titulado Toxique ha centrado la atención sobre este tema al revelar que el número de personas afectadas ha sido subestimado significativamente por las autoridades francesas. Según el libro, en un solo test realizado en 1974, 110,000 personas podrían haber recibido una dosis de radiación que las calificaría para recibir compensación si desarrollaran cáncer posteriormente [1].

La campaña de la CEA
Los documentos obtenidos por el medio de investigación Disclose indican que un año después de la publicación de Toxique, la CEA distribuyó 5,000 copias de un folleto titulado “Pruebas nucleares en Polinesia Francesa: por qué, cómo y con qué consecuencias”, en un intento por desacreditar las afirmaciones del libro. Este folleto, impreso en papel brillante, argumentaba que la contaminación había sido limitada y que Francia siempre había actuado con transparencia respecto a la salud de los habitantes locales [2].

Impacto en la política francesa
La publicación de Toxique provocó reacciones inmediatas en Francia, incluyendo visitas de alto nivel a Polinesia Francesa por parte del presidente Emmanuel Macron y otros funcionarios, quienes han reconocido la "deuda" de Francia con la región. La investigación parlamentaria en curso, que ha llamado a más de 40 testigos, se espera que presente su informe a finales de mayo, abordando el impacto social, económico y ambiental de las pruebas nucleares y si el gobierno francés ha ocultado la magnitud de la contaminación [3].
Conclusión
El escándalo sobre las pruebas nucleares francesas en Polinesia y el gasto de 90,000 euros por parte de la CEA para contrarrestar investigaciones críticas subrayan la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en cuestiones de justicia ambiental. A medida que la investigación parlamentaria avanza, se espera que brinde una visión más clara sobre los efectos a largo plazo de estas pruebas y el compromiso de Francia con el bienestar de los pueblos afectados. Esta situación también plantea interrogantes sobre cómo los gobiernos europeos manejan la historia y las consecuencias de sus acciones pasadas, un tema relevante para los ciudadanos españoles y europeos que buscan justicia y reconocimiento por las injusticias cometidas.
Fuentes
- [1] France spent €90,000 countering research into impact of Pacific nuclear tests
- [2] France spent €90,000 countering research into impact… - inkl
- [3] Nuclear Testing - No2NuclearPower
- [4] French lawmakers to investigate effects of nuclear tests in South Pacific
Sobre la autora
El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.