Cómo la ciencia deficiente está impulsando un intento de restringir el acceso a la píldora del aborto
Recientemente, el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Robert F. Kennedy Jr., ha solicitado a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) que realice una revisión de seguridad sobre la mifepristona, un medicamento utilizado en la mayoría de los abortos en Estados Unidos. Esta solicitud surge tras la publicación de un informe que, aunque no ha sido revisado por pares, alega un aumento alarmante en los eventos adversos graves asociados a su uso [1].

El informe y sus implicaciones
El informe en cuestión, divulgado por el Ethics and Public Policy Center, un think tank conservador, sostiene que la tasa de complicaciones graves por mifepristona es 22 veces mayor de lo que reporta la FDA. Se solicita a la agencia que investigue más a fondo el daño que el medicamento puede causar a las mujeres y que reconsidere su aprobación [2]. En este contexto, es importante señalar que el comisionado de la FDA, Marty Makary, había afirmado previamente que no planeaba tomar ninguna medida respecto a la mifepristona a menos que aparecieran nuevos datos que sugirieran preocupaciones de seguridad.

Reacción de expertos en salud reproductiva
Varios investigadores en salud reproductiva han calificado este informe como "ciencia basura", argumentando que exagera los riesgos del medicamento. Según la evidencia existente, menos del 0.5% de las mujeres que toman mifepristona experimentan reacciones adversas graves, mientras que el informe sugiere que la cifra real podría ser del 11% [3]. La doctora Ushma Upadhyay, experta en salud pública, comentó que es preocupante que las instituciones de salud pública estén considerando revisar la ciencia basada en un informe defectuoso y no revisado [4].

Contexto en Europa y España
La situación en Estados Unidos podría tener repercusiones en los debates sobre el acceso al aborto en Europa, donde la mifepristona es también un método comúnmente utilizado. En España, por ejemplo, la legislación sobre el aborto ha sido objeto de controversia, y cualquier movimiento que busque restringir el acceso a medicamentos abortivos podría influir en el panorama político y social. Los grupos de defensa de los derechos reproductivos en Europa están atentos a los acontecimientos en EE. UU., ya que estos pueden sentar precedentes en la forma en que se regulan los medicamentos relacionados con el aborto en el continente [5].
Conclusión
El debate sobre la mifepristona y su seguridad continúa, pero es crucial que las decisiones sobre políticas de salud se basen en datos científicos sólidos y revisados por pares. La presión para restringir el acceso a la píldora del aborto, impulsada por informes no validados, pone en riesgo no solo la salud de las mujeres, sino también el derecho a elegir. En un contexto europeo, donde el acceso a la atención de salud reproductiva sigue siendo un tema candente, es fundamental mantener la vigilancia contra políticas que puedan socavar estos derechos.
Fuentes
- [1] How shoddy science is fueling a charge to restrict abortion pill access
- [2] GOP Lays Groundwork To Restrict Abortion Pill With New Junk Science Report
- [3] The right's new playbook to restrict access to abortion pills
- [4] Access Barriers Remain After Abortion Pill Decision
- [5] As more states restrict abortion rights, access to the abortion pill is also at risk
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.