Brasil demanda a BYD por condiciones laborales 'esclavistas'
La fabricante china de automóviles eléctricos BYD se encuentra en el centro de una controversia en Brasil tras una demanda presentada por fiscales brasileños que la acusan de tráfico de personas y de someter a sus trabajadores a condiciones laborales "análogas a la esclavitud". Este caso ha puesto de manifiesto la importancia de las normas laborales en un sector en crecimiento como el de los vehículos eléctricos, especialmente en un mercado tan significativo para BYD como lo es Brasil.

Detalles de la demanda
La denuncia, que busca más de 33 millones de libras en daños morales, también involucra a dos contratistas de BYD, JinJiang Construction Brazil y Tecmonta. La acción legal fue impulsada por una investigación que llevó al rescate de 220 trabajadores chinos en diciembre pasado en la ciudad de Camaçari, al noreste de Brasil. Según la investigación, estos trabajadores fueron traídos al país bajo falsas pretensiones y sus visados no coincidían con los trabajos que realizaban [1].

Condiciones laborales denunciadas
Los fiscales han descrito las condiciones en las que vivían y trabajaban estos trabajadores como extremadamente degradantes. Se alega que:
- Los trabajadores dormían en camas sin colchones.
- Hasta 30 personas compartían un único baño.
- Las condiciones de higiene eran mínimas y no existían baños asignados por género.
- Se encontraron cláusulas ilegales en los contratos laborales, además de jornadas laborales agotadoras sin descanso semanal.
Los fiscales han calificado a estos trabajadores como víctimas de tráfico internacional de personas, lo que subraya la gravedad de las acusaciones [2].

Reacción de BYD y el contexto en el mercado europeo
BYD ha afirmado que está cooperando con las investigaciones y que responderá a la demanda en los tribunales. La empresa también ha manifestado su compromiso con los derechos humanos y el respeto a las normativas laborales tanto en Brasil como a nivel internacional [3].
Este caso no solo tiene implicaciones serias para BYD, sino que también destaca la creciente preocupación sobre las condiciones laborales en la industria de vehículos eléctricos, un sector que está en auge en Europa y que está atrayendo a inversores y fabricantes de todo el mundo. La atención sobre estas prácticas podría influir en la percepción del consumidor y en la regulación futura del sector, especialmente en un contexto europeo que valora cada vez más la sostenibilidad y la ética en la producción [4].
Conclusión
La demanda contra BYD representa un punto crítico en la lucha por derechos laborales en el sector de los automóviles eléctricos. Con la creciente presión sobre las empresas para que mantengan estándares laborales éticos, el desenlace de este caso podría tener repercusiones no solo en Brasil, sino también en el mercado europeo y más allá, donde la industria está en constante evolución y expansión.
Fuentes
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.