Rusia reubica bombarderos estratégicos tras el ataque con drones 'Red de Araña' de Ucrania

El reciente conflicto entre Ucrania y Rusia ha tomado un nuevo giro tras el audaz ataque con drones conocido como "Operación Red de Araña", llevado a cabo por las fuerzas ucranianas el 1 de junio. Este ataque, que se extendió a miles de kilómetros de la línea del frente, ha llevado a Rusia a reubicar una parte significativa de su flota de bombarderos estratégicos a bases más remotas dentro del país.

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El impacto de la Operación Red de Araña

De acuerdo con las imágenes satelitales analizadas por el grupo de investigación OSINT AviVector, se observó que numerosos bombarderos Tu-160, previamente estacionados en la base aérea de Belaya en Irkutsk y en la base de Olenya en Murmansk, habían dejado sus posiciones para principios de junio [1]. Este movimiento estratégico incluye la reubicación de:

Dos bombarderos a Anadyr, en la región de Chukotka.
Tres bombarderos a Yelizovo, en la región de Kamchatka.
Tres más a la base aérea de Borisoglebskoye, en la república de Tatarstán.

Asimismo, otros aviones como los Tu-22M3 y Tu-95MS fueron trasladados desde Murmansk a diversas bases en Tatarstán, así como a las regiones de Amur y Saratov, con algunos aviones destinados a Mozdok en la república de Osetia del Norte, una instalación que no había sido utilizada activamente por el ejército ruso en años recientes [2].

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Consecuencias de los ataques ucranianos

Las autoridades ucranianas afirmaron que el ataque resultó en la destrucción de al menos 41 aeronaves de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, incluidas seis bombarderos Tu-95 y cuatro Tu-22M [3]. Este asalto ha sido considerado uno de los más ambiciosos y efectivos por parte de Ucrania, destacando su capacidad para llevar a cabo operaciones profundas en territorio enemigo.

Justin Bronk, experto en aviación del think tank RUSI de Londres, sugirió que las imágenes de la base de Anadyr indican que Moscú busca reducir el riesgo de futuros ataques aéreos [4]. Esto podría llevar a Rusia a mover sus bombarderos entre bases con mayor frecuencia, algo que ya se ha comenzado a observar tras el éxito de los ataques ucranianos.

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Reacciones y perspectivas futuras

A pesar de que los funcionarios occidentales creen que Rusia podría estar preparándose para un ataque retaliatorio más amplio contra Ucrania, la respuesta inmediata de Moscú se ha centrado en intensificar los ataques con misiles y drones a lo largo de Ucrania [5]. Esta escalada de violencia no solo afecta a las fuerzas militares en el terreno, sino que también tiene implicaciones significativas para los mercados europeos, que se ven influidos por la inestabilidad regional y las consecuencias económicas del conflicto.

Conclusión

La reubicación de los bombarderos estratégicos rusos tras la Operación Red de Araña subraya el impacto de las capacidades militares ucranianas y marca un cambio en la dinámica del conflicto. A medida que ambos países continúan sus operaciones militares, la comunidad internacional y los mercados europeos deben estar atentos a las repercusiones económicas y políticas que puedan surgir de esta creciente tensión.

Fuentes

Sobre la autora

El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.

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