Los camioneros mantienen la resistencia mientras se intensifica la represión en Teherán

La huelga de camioneros en Irán, que comenzó hace una semana, se ha intensificado, mostrando una firme resistencia por parte de los conductores a pesar de los intentos del Estado por desarticular el movimiento mediante detenciones y despliegue de conductores. Este conflicto laboral, que surge en un contexto de dificultades económicas y malas condiciones de trabajo, ha llevado al tráfico de mercancías a un punto muerto en diversas regiones del país.

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Contexto de la huelga

Esta protesta fue inicialmente lanzada para manifestarse contra las cuotas de combustible y las condiciones laborales de los camioneros. Las imágenes y videos procedentes de ciudades como Bandar Abbas y Marivan muestran rutas desiertas que normalmente estarían ocupadas por camiones de carga. Según informes, las fuerzas de seguridad han intensificado los esfuerzos por suprimir la huelga, realizando detenciones y ejerciendo intimidaciones sobre los conductores que participan en la acción.

Reacciones de los camioneros y autoridades

El sindicato de camioneros ha exigido la liberación inmediata e incondicional de los detenidos, reportando represión en varias provincias, incluyendo Isfahan y Khuzestan. Por otro lado, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) ha anunciado la desarticulación de una supuesta "red anti-seguridad", aunque sin proporcionar detalles claros sobre su relación con la huelga.

Los camioneros están demandando mejores condiciones laborales, tarifas de carga más altas y alivio de los altos costos de seguros y las restricciones de combustible. También se han observado vehículos afiliados al IRGC transportando mercancías, lo que parece ser un intento de romper la huelga.

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Impacto de la huelga en la economía local

La situación representa un desafío logístico y político significativo para el gobierno iraní. Desde 2018, se han implementado esfuerzos para aumentar el control corporativo sobre la industria del transporte, pero la mayoría de los camiones siguen siendo de propiedad privada. Datos oficiales indican que hay 552,000 conductores operando 433,000 camiones en todo el país, de los cuales menos del 7% son propiedad de empresas.

La huelga también ha comenzado a atraer a otros sectores laborales. Algunos conductores de la empresa de transporte compartido Snapp han expresado su solidaridad con los camioneros, lo que sugiere que el descontento laboral se está extendiendo más allá del sector del transporte.

Respuestas gubernamentales

En respuesta a la creciente presión de la huelga, las autoridades anunciaron la suspensión de un plan para introducir un sistema de precios escalonados para el diésel, afirmando que se revisarán todos los aspectos de la asignación de combustible con la participación de representantes de los camioneros, según el líder del sindicato de camioneros, Firooz Khodaei.

Conclusión

La huelga de camioneros en Irán es un reflejo de las tensiones económicas y sociales en el país. A medida que la resistencia de los camioneros se fortalece, el gobierno se enfrenta a una creciente presión tanto interna como externa. La situación no solo afecta a la industria del transporte, sino que también podría tener repercusiones más amplias en la economía regional y en las relaciones laborales en Europa, donde los mercados están atentos a cómo se desarrollan estos acontecimientos en el contexto de un comercio internacional cada vez más interconectado.

Fuentes

Acerca de la autora

Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.

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