Hombre de Florida que disparó y envenenó delfines es condenado a 1 mes de prisión

En un caso que ha conmocionado a la comunidad ambiental y a los amantes de la vida marina, Zackery Brandon Barfield, un hombre de 31 años de Florida, ha sido condenado a 30 días de prisión por disparar y envenenar delfines en las aguas del Golfo de México. La sentencia, emitida por un tribunal federal, también incluye un año de libertad supervisada.

Zackery Brandon Barfield Panama City stock photo

Detalles del caso

Barfield operaba un negocio de pesca en Panamá City y, frustrado por la interacción de los delfines con sus clientes, decidió tomar medidas extremas. Según los fiscales, disparó a cinco delfines, resultando en la muerte de al menos uno, y utilizó cebo envenenado en varios otros durante sus excursiones de pesca. Este comportamiento se produjo entre 2022 y 2023, y fue documentado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) tras recibir una denuncia anónima.

El fiscal ambiental federal, Adam Gustafson, afirmó que Barfield conocía las regulaciones que protegen a estos mamíferos marinos, pero aun así decidió actuar de manera ilegal, incluso en presencia de niños y otros pescadores. Barfield usó una escopeta Remington Wingmaster de 12 calibres para disparar a los delfines y un pesticida altamente tóxico, el metomilo, para envenenar el cebo destinado a ellos.

Impacto en los ecosistemas marinos y la legislación

Este caso pone de relieve la fragilidad de los ecosistemas marinos y la importancia de las leyes que protegen a las especies en peligro. La Ley de Protección de Mamíferos Marinos de EE. UU. prohíbe la caza y el acoso a delfines y otros mamíferos marinos, subrayando la necesidad de una mayor conciencia y educación sobre la conservación de la vida marina.

El uso de pesticidas como el metomilo no solo afecta a los delfines, sino que también puede tener consecuencias devastadoras para el ecosistema en su conjunto. Este pesticida es conocido por su alta toxicidad y su capacidad para contaminar el agua y afectar a otras especies que habitan en el mar. Las acciones de Barfield no solo constituyen un delito, sino que también representan un riesgo ambiental significativo, algo que preocupa profundamente a las organizaciones de conservación y a la comunidad científica.

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Reacciones y consecuencias

La condena de Barfield ha suscitado reacciones fuertes entre los defensores de la vida marina. Muchos consideran que la sentencia de 30 días es insuficiente dada la gravedad de sus crímenes. Además, se le ha impuesto una multa de $51,000 como parte de su condena, lo que podría servir como un disuasivo para futuros infractores.

Las autoridades ambientales han enfatizado la importancia de informar sobre tales actos y han instado al público a reportar cualquier actividad sospechosa relacionada con la vida marina. La NOAA y otras organizaciones continúan trabajando para proteger a los mamíferos marinos y educar a los pescadores sobre prácticas de pesca responsables.

Conclusión

La sentencia de Zackery Brandon Barfield pone de manifiesto la necesidad urgente de proteger a las especies marinas y de hacer cumplir las leyes existentes que salvaguardan su bienestar. La comunidad española y europea también debe prestar atención a estos temas, ya que los océanos son un recurso compartido que impacta directamente en nuestras costas y ecosistemas. El caso de Barfield es un recordatorio de que la conservación de la vida marina requiere un compromiso colectivo y la implementación de medidas efectivas para prevenir actos de crueldad contra los animales.

Fuentes

Acerca de la autora

El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.

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