Emisiones de ganado alimentado con granos son un 56 por ciento más bajas que las estimaciones anteriores, revela investigación
Un reciente estudio realizado por la Universidad de Nueva Inglaterra ha llevado a una revisión significativa de las estimaciones de emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el ganado alimentado con granos en Australia. Este cambio podría tener implicaciones importantes no solo para el sector ganadero australiano, sino también para la percepción global de las emisiones de metano en la producción de carne, que es relevante para los mercados europeos, incluidos los españoles.
Revisión de las estimaciones de emisiones
El gobierno australiano ha adoptado una nueva ecuación para calcular las emisiones de metano de los bovinos alimentados con granos, lo que ha resultado en una reducción promedio del 56 por ciento en comparación con las estimaciones anteriores. Este hallazgo se produce en un contexto donde se considera que la ganadería contribuye aproximadamente al 15 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según el CSIRO.
La investigación destaca que el 40 por ciento de los bovinos sacrificados en Australia son alimentados con granos, representando alrededor de 1.4625 millones de toneladas de equivalentes de CO2. En comparación, las emisiones de los bovinos alimentados con granos son entre un 80 y un 85 por ciento más bajas que las de los bovinos alimentados con pasto, debido a su dieta más rica en energía y menor contenido en fibra.
Impacto de la nueva metodología
La nueva metodología adoptada por el gobierno australiano se basa en un enfoque más específico que considera la ingesta de alimento de los animales, ajustando las emisiones de metano en función del tipo y cantidad de forraje, fibra y grasa que consumen. Esto contrasta con el modelo anterior, que se basaba en datos de vacas lecheras de Estados Unidos y que había sido cuestionado por su precisión en el contexto australiano.
Este cambio en la percepción de las emisiones de metano podría influir en la política ambiental y en las prácticas agrícolas en Europa, donde la presión para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero está aumentando. Los productores de ganado en España y el resto de Europa podrían beneficiarse de este nuevo enfoque, que podría ayudar a legitimar sus prácticas y a mejorar su sostenibilidad.
Conclusión
La revisión de las emisiones de metano del ganado alimentado con granos en Australia representa un avance significativo en la comprensión del impacto ambiental de la ganadería. Con un enfoque más preciso y ajustado a la realidad de la producción, es probable que se modifique la narrativa sobre la contribución de la ganadería al cambio climático. Este cambio podría tener repercusiones en la forma en que los países europeos, incluida España, abordan sus propias políticas agrícolas y de sostenibilidad en el futuro.
Fuentes
Acerca de la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional. Con años de experiencia en el campo del periodismo económico y tecnológico, Martina aporta una perspectiva analítica y profunda sobre temas de relevancia global y local.
