Aumenta la alarma en Australia y Nueva Zelanda ante el avance de China en el Pacífico en medio de la retirada de EE. UU.
La creciente influencia de China en la región del Pacífico ha generado alarmas en Australia y Nueva Zelanda, especialmente ante la percepción de un debilitamiento del compromiso de Estados Unidos en la zona. Este contexto ha llevado a ambos países a revaluar su estrategia y a intensificar sus esfuerzos para contrarrestar el avance chino.

Un cambio en la dinámica geopolítica
Durante un foro de países insulares del Pacífico celebrado en Xiamen, el Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, destacó el compromiso de su país con la región, prometiendo acciones concretas en contraposición al retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París. Esta postura ha sido interpretada como un intento de Beijing por consolidar su influencia en áreas que históricamente han estado bajo la órbita de poder occidental.
El regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU. ha proporcionado a China una oportunidad para redoblar sus esfuerzos en el Pacífico, a medida que Washington se aleja de sus compromisos climáticos y reduce su presencia diplomática y de ayuda. Según David Capie, director del Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad Victoria de Wellington, la falta de un compromiso claro por parte de EE. UU. ha dejado un vacío que China está dispuesta a llenar [1].

La respuesta de Australia y Nueva Zelanda
Australia y Nueva Zelanda, miembros de la alianza de seguridad Five Eyes, han expresado su preocupación por la creciente asertividad de China en el Pacífico. La ministra de Relaciones Exteriores australiana, Penny Wong, ha afirmado que ambos países están en un “estado de competencia permanente” con China por la influencia en la región. Este escenario plantea desafíos significativos, ya que las naciones de la región tienen prioridades y necesidades diversas que no siempre coinciden con las expectativas de sus antiguos aliados [2].

Implicaciones para Europa y España
La creciente influencia de China en el Pacífico tiene repercusiones para Europa y, por ende, para España. La interconexión económica y política entre las naciones del Pacífico y Europa significa que cualquier cambio en el equilibrio de poder podría afectar los intereses europeos en la región, incluyendo inversiones y acuerdos de comercio. El aumento de la presencia militar china también podría tener implicaciones de seguridad para los aliados europeos en el Indo-Pacífico, lo que requeriría una respuesta coordinada del bloque europeo para mantener su influencia y asegurar la estabilidad en la región [3].
Conclusión
El avance de China en el Pacífico, en un contexto de reducción del compromiso estadounidense, plantea desafíos significativos para Australia y Nueva Zelanda, así como para Europa. La situación exige un replanteamiento de las estrategias diplomáticas y de seguridad en la región, donde el equilibrio de poder está en constante cambio. Las naciones de Europa, incluida España, deben estar atentas a estos desarrollos, ya que la influencia china puede repercutir en sus intereses estratégicos y comerciales en el futuro.
Fuentes
- Alarm grows in Australia and New Zealand as China advances in Pacific [1]
- Alarm grows in Australia, New Zealand as China advances [2]
- Warning to Australia over fears China's military actions could trigger [3]
- China alarms US allies Australia and New Zealand in South Pacific with [4]
- Here's why Chinese warships near Australia and New Zealand have [5]
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.
Fuentes
- Alarm grows in Australia and New Zealand as China advances in Pacific ...
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