Introducción
El gobierno del Reino Unido ha decidido abandonar su intento de implementar leyes anti-protestas más estrictas, que se habían utilizado para arrestar a numerosos manifestantes, incluida la activista climática Greta Thunberg. Este cambio llega tras una serie de decisiones judiciales que consideraron ilegales las modificaciones introducidas por la ex secretaria del Interior, Suella Braverman, en 2023.

Contexto de las leyes anti-protestas
Las modificaciones a las leyes de protesta introducidas por Braverman permitieron a la policía imponer restricciones a las manifestaciones que causaran "más que una alteración menor". Este cambio representó un abaratamiento del umbral necesario para que las autoridades intervinieran, que desde 1986 se había mantenido en "alteración seria". Según la organización de derechos humanos Liberty, esta nueva redacción otorgó a la policía "prácticamente un poder ilimitado" para restringir las protestas, lo que llevó a numerosos arrestos y condenas de manifestantes.

Decisión judicial y su impacto
El mes pasado, un tribunal de apelaciones respaldó un fallo del Tribunal Superior que determinó que Braverman no tenía la autoridad para cambiar la definición de "alteración seria". Como resultado, el gobierno ha decidido no continuar con su apelación contra Liberty, lo que significa que la ley vuelve a su redacción anterior, exigiendo que las protestas causen "alteración seria" para que la policía pueda intervenir.

Reacciones y perspectivas
Liberty ha acogido este desarrollo como un "avance para el derecho a protestar". Sin embargo, otros críticos han instado al actual gobierno laborista a utilizar su mayoría para implementar cambios a través de legislación primaria, en lugar de los métodos menos transparentes empleados por Braverman.
Impacto en el contexto europeo
La decisión del gobierno británico puede tener repercusiones en otros países europeos, donde las leyes anti-protestas también han sido objeto de debate. En España, el derecho a la manifestación ha sido un tema central en los últimos años, especialmente en el contexto de las protestas climáticas y sociales. La experiencia del Reino Unido podría servir como un precedente para movimientos similares en Europa, donde los activistas buscan proteger sus derechos de expresión y reunión.
Conclusión
El abandono de la lucha por leyes anti-protestas más estrictas en el Reino Unido refleja una creciente presión pública y judicial sobre la protección de los derechos de los manifestantes. A medida que la lucha contra el cambio climático y otras causas sociales gana relevancia, es vital que las legislaciones en Europa se alineen con los principios de derechos humanos y libertad de expresión.
Fuentes
- LBC - Gobierno 'deja en silencio' la lucha por leyes anti-protestas más estrictas utilizadas para arrestar a Greta Thunberg [1]
- Liberty - Ley anti-protestas ahora nula tras el abandono del gobierno de la apelación [2]
- Amnesty International - El nuevo gobierno debe eliminar las leyes anti-protestas [3]
- Morning Star - Liberty celebra una victoria legal sobre las leyes anti-protestas ilegales [4]
- Scottish Legal - Nueva derrota judicial para el gobierno del Reino Unido sobre leyes anti-protestas [5]
- Open Democracy - Las leyes anti-protestas resurgen en el discurso de la Reina [6]
- Tax Research - Algunas buenas noticias: las leyes anti-protestas creadas por los conservadores son ilegales [7]
- Liberty - El tribunal considera ilegal la legislación anti-protestas del gobierno [8]
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional. Su enfoque se centra en el análisis de políticas y su impacto en sociedades contemporáneas.