Tres diputados maoríes suspendidos por un haka "intimidante"
El Parlamento de Nueva Zelanda ha tomado la decisión de suspender a tres diputados maoríes tras la realización de un haka, una danza tradicional maorí, durante una sesión parlamentaria el año pasado. Esta acción ha generado un intenso debate sobre los derechos de los pueblos indígenas y la libertad de expresión en el ámbito político.

Contexto de la suspensión
La diputada opositora Hana-Rawhiti Maipi-Clarke, quien lideró la protesta con el haka, ha sido suspendida por siete días. Sus compañeros de partido, Rawiri Waititi y Debbie Ngarewa-Packer, han recibido una sanción de 21 días. La protesta se llevó a cabo en respuesta a la pregunta de si su partido, Te Pāti Māori, apoyaba un proyecto de ley que buscaba redefinir el tratado fundacional del país con el pueblo maorí, conocido como el Tratado de Waitangi. Este proyecto de ley fue rechazado, pero no sin antes provocar una fuerte indignación a nivel nacional, resultando en más de 40,000 manifestantes frente al parlamento durante su primera lectura en noviembre del año anterior [1].

Reacciones y tensiones en el Parlamento
Durante el debate sobre las sanciones, se produjo un intercambio tenso entre los miembros del Parlamento. La ministra de Exteriores, Winston Peters, fue interpelada para que se disculpara por calificar al Te Pāti Māori como un "grupo de extremistas". En respuesta, Ngarewa-Packer afirmó: "Hemos sido castigados por ser maoríes. Adoptamos la postura de ser maoríes sin disculpas y priorizando lo que nuestra gente necesita o espera de nosotros" [2].
La joven diputada Maipi-Clarke, de 22 años, expresó su descontento, preguntando si sus voces eran "demasiado fuertes" para el Parlamento y si esa era la razón de su sanción. La propuesta de suspensión surgió de un comité parlamentario que consideró que el haka podría haber "intimidado" a otros legisladores [3].

Impacto en la comunidad maorí y la política neozelandesa
La relación entre el gobierno y la comunidad maorí ha sido tensa en los últimos tiempos, particularmente bajo la administración conservadora del primer ministro Christopher Luxon. Este ha sido criticado por recortar fondos a programas que benefician a los maoríes, así como por planes para desmantelar organizaciones que buscan mejorar los servicios de salud para esta comunidad [4].
A pesar de las críticas, Luxon ha defendido su gobierno, destacando iniciativas para mejorar la alfabetización en la comunidad y reubicar a niños en situaciones de emergencia. Los defensores del proyecto de ley de principios del tratado argumentan que la reinterpretación del tratado de 1840 es necesaria para un país que hoy es multicultural. Sin embargo, los críticos sostienen que la propuesta sería divisiva y podría exacerbar las tensiones raciales [5].
Conclusión
La suspensión de estos diputados maoríes subraya las dificultades que enfrenta Nueva Zelanda al equilibrar el respeto por los derechos de los pueblos indígenas con las normas y reglas del Parlamento. Este incidente no solo afecta a la política interna neozelandesa, sino que también refleja una preocupación más amplia sobre las dinámicas de poder y la representación de las minorías en los sistemas democráticos, un tema que resuena en muchos países, incluidos los de Europa y España, donde las comunidades indígenas y minoritarias también luchan por reconocimiento y derechos. La situación se mantiene tensa y será interesante observar cómo se desarrollarán los acontecimientos en el futuro.
Fuentes
- [1] BBC News - "Three Māori MPs suspended over 'intimidating' haka"
- [2] BBC News - "New Zealand parliament debate on Māori MPs' suspension"
- [3] BBC News - "Māori MPs haka sparks parliamentary controversy"
- [4] BBC News - "Criticism of New Zealand government over Māori funding cuts"
- [5] BBC News - "Debate over Treaty Principles Bill in New Zealand"
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional. Su enfoque se centra en la intersección entre la economía y la tecnología, así como en los derechos de las comunidades indígenas en todo el mundo.