Introducción
La reciente decisión del gobierno húngaro, liderado por el primer ministro Viktor Orbán, de retirarse del Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional (CPI) ha generado un amplio debate sobre el impacto de esta medida en el ámbito de los derechos humanos y la justicia internacional. Este artículo analiza las implicaciones de esta retirada, especialmente en el contexto europeo y su relación con el apoyo que la Unión Europea (UE) ha brindado al CPI.

Contexto de la Decisión
El 2 de junio de 2025, las autoridades húngaras notificaron formalmente al secretario general de las Naciones Unidas su decisión de retirarse del CPI, tras una votación en el parlamento el 20 de mayo. Orbán había anunciado previamente esta intención durante la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a Budapest, a pesar de que existe una orden de arresto en su contra por crímenes de guerra en Gaza.

Reacciones Internacionales
Organizaciones como Human Rights Watch han calificado esta decisión como un insulto a las víctimas de crímenes graves en todo el mundo. Liz Evenson, directora de justicia internacional de la organización, expresó que "Hungría está duplicando la impunidad al abandonar el tribunal" [1]. Esta postura es preocupante, ya que el CPI desempeña un papel crucial en la persecución de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Implicaciones para la Unión Europea
La salida de Hungría del CPI tendrá repercusiones significativas para la UE, que ha sido un firme defensor del tribunal y sus principios. Hungría se convertiría en el único estado miembro de la UE que no forma parte del CPI, lo que podría afectar la cohesión y el compromiso de la Unión con la justicia internacional.
Obligaciones Legales
Hasta que la retirada se haga efectiva un año después de la notificación, Hungría sigue obligada a cumplir con sus responsabilidades ante el CPI, incluyendo la ejecución de órdenes de arresto. La decisión de no arrestar a Netanyahu ha llevado a que los jueces del CPI evalúen si Hungría ha incumplido su deber de cooperación [2].
Conclusión
La decisión de Hungría de retirarse del CPI pone de manifiesto las tensiones entre las políticas nacionales y el compromiso con los estándares internacionales de justicia. La UE y sus estados miembros tienen la responsabilidad de presionar a Hungría para que reconsidere esta decisión, ya que su permanencia en el CPI es fundamental para mantener la integridad y la efectividad de la justicia internacional.
Fuentes
Sobre la autora
El autor de este artículo es Martina Torres, una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal especializada en asuntos globales y política internacional.