Frente a la política anticientífica, el silencio tiene un precio
La interferencia política en la ciencia es un fenómeno que ha cobrado relevancia en los últimos años, especialmente en el ámbito internacional. Recientemente, la Pontificia Academia de las Ciencias ha expresado su preocupación sobre el impacto que estas interferencias pueden tener en el avance del conocimiento científico en todo el mundo. Este fenómeno no solo afecta a Estados Unidos, donde la administración de Donald Trump ha implementado políticas que restringen el financiamiento y la libertad de investigación, sino que también tiene repercusiones en el contexto europeo y español.

Impacto de la política anticientífica en la investigación
La administración Trump ha adoptado una postura destructiva hacia la ciencia, dictando a las agencias de financiamiento qué proyectos deben financiar y limitando la contratación de investigadores en universidades. Estas acciones han resultado en recortes significativos en los presupuestos de instituciones clave como la National Science Foundation y la Environmental Protection Agency, que podrían perder más de la mitad de sus fondos en el próximo año fiscal. Por su parte, los National Institutes of Health también enfrentan una reducción del 40% de su financiamiento, lo que podría tener efectos devastadores en la investigación médica y científica.

Consecuencias para la salud pública y el medio ambiente
Las consecuencias de estas políticas pueden ser catastróficas no solo para la comunidad científica, sino también para la salud pública y el medio ambiente. Según la Pontificia Academia de Ciencias, "un ataque a la ciencia en cualquier parte es un ataque a la ciencia en todas partes". Esto significa que el debilitamiento de la ciencia en EE. UU. podría desestabilizar colaboraciones científicas internacionales y afectar a países europeos, incluyendo España, que dependen de la investigación colaborativa y del intercambio de conocimientos.

Reacciones y respuestas de la comunidad científica
A pesar de la gravedad de la situación, muchas organizaciones científicas han respondido de manera vaga o han optado por no hacer declaraciones. Algunas, como la InterAcademy Partnership y la Royal Society de Londres, han manifestado su intención de hablar en defensa de la ciencia, pero sus acciones han sido limitadas. La Academia Pontificia, sin embargo, ha emitido una declaración más contundente, instando a la comunidad científica a unirse y resistir estos ataques.
En este contexto, es crucial que las instituciones científicas en Europa y España se pronuncien y apoyen a los investigadores que enfrentan tales desafíos. La situación actual nos recuerda que el silencio frente a estas políticas tiene un costo alto, no solo en términos de recursos financieros, sino en la integridad y el futuro de la ciencia misma.
Conclusión
La política anticientífica que se está extendiendo en diversas partes del mundo, especialmente bajo administraciones que priorizan ideologías sobre la evidencia, plantea un peligro real para el progreso científico. La comunidad científica, tanto en España como en el resto de Europa, debe estar alerta y actuar para proteger la investigación y asegurar que la ciencia sea un campo donde predomine la libertad y la colaboración. En un mundo interconectado, las repercusiones de la política anticientífica no conocen fronteras, y es responsabilidad de todos nosotros actuar contra ella.
Fuentes
- [1] How to reset Face Recognition (Windows Hello)
- [2] I never thought leopards would eat MY face - Reddit
- [3] Windows Hello Face and Fingerprint Unavailable
- [4] Windows Hello - Face authentication - List of compatible webcams
- [5] Face and Cock - Reddit
- [6] Windows 11 doesn't recognize my camera for "Hello" sign-in
- [7] Riding my husbands face! : r/SitOnYourFace
- [8] Windows Hello 人脸无法使用,怎么解决?
Sobre la autora
Martina Torres es una reportera sénior de noticias internacionales para ElPulsoGlobal, especializada en asuntos globales y política internacional.